sábado, mayo 29, 2010

Big Love for BIG LOVE



Abrimos una nueva sección en el blog, El Dominical, que tratará el toque divino que los tan religiosos americanos inculcan a algunas de sus series.
Elag, la redactora más espiritual del StafF, inicia el sermón.

Joseph Smith, autoproclamado profeta fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no es un hombre muy conocido en nuestras tierras, excepto para los curiosos de la teología moderna.
Todo lo contrario sucede en Estados Unidos, donde la Iglesia mormona, que confiesa la única fe "cristiana" que atribuye la misma o incluso superior autoridad a otro escrito que no sea la Biblia -el libro de Mormón -, es una de las más poderosas e influyentes del país, en especial en el estado de Utah.

El templo mormón de Salt Lake City, sencillito

Más de 14 millones de personas alrededor del mundo pertenecen a esta iglesia que aún causa mucho recelo, sobretodo, por sus inicios, en los que se permitía e incluso defendía, la poligamia entre sus feligreses, práctica totalmente no autorizada en el Nuevo Testamento (1 Timoteo 3:2), ni siquiera por el propio Jesús (Mateo 19:5,6).

Los actuales mormones tampoco se sienten orgullosos de ese pasado. ¿Todos? No. Un reducido número de personas sigue practicando la poligamia en América, y arremetiendo contra la nueva iglesia LDS (Latter-Day Saints), de la cual son expulsados.

Visto esto nos situamos en Salt Lake City, Utah, para introducirnos en un hogar, a priori, típicamente mormón. Sin consumo de café, sin consumo de alcohol, y con consumación de Bill, el padre de familia, con, no una, sino con tres esposas.
Bill Henrickson reside en un acomodado barrio residencial a las afueras de la ciudad con Barb, Nikki, Margie, y los respectivos hijos que tiene con cada una de ellas, en tres casas adosadas y conectadas entre ellas por un patio interior.Esconden su ilegal llamada celestial a sus vecinos.

La familia Henrickson no viste ropas del siglo XIX, no vive sin electricidad, ni sus mujeres se ven sometidas a un patriarcado tirano, machista y esclavista de parte de su marido. No comparten las creencias de la reformada iglesia mormona, pero tampoco aceptan el dogmatismo de los primitivos mormones polígamos residentes en comunas alejadas de toda civilización.
Los Henrickson viven en tierra de nadie. Pero deben seguir adelante en su propósito divino aguantando las tensiones económicas que supone abastecer a una familia de semejantes dimensiones, las tensiones propiciadas por los celos y la rivalidad de las tres esposas, las tensiones propiciadas por la verguenza ajena y el rechazo que viven los hijos mayores de los Henrickson, que no acaban de decidir si se adhieren al derrotero individualista de su familia.

El piloto ya muestra todos estos problemas y pronto nos sorprendemos a nosotros mismos cambiando nuestras caras de espanto al ver cómo Bill se besa con su primera esposa ante la indiferente mirada de la segunda, para dibujar una sonrisa en nuestro rostro cuando vemos cómo la familia consigue burlar los obstáculos que los intolerantes monógamos les crean.

Los Henrickson están constantemente en el punto de mira, pero siguen adelante. Tras 5 años en antena y consiguiendo un final digno, Big Love ha supuesta una revelación televisiva que el apóstol Juan olvidó mencionar en su libro.


PD: Ver a la musa de los modern-fuckers Chlöe Sevigny hacer de fundamentalista polígama bitch no tiene precio.

jueves, mayo 27, 2010

It Hurts So Bad



En vista del inminente estreno de la tercera temporada de True Blood, decidimos dar paso a la nostalgia y recordar el piloto de la Lady Gaga de las series. Y, la verdad, qué bien sientan los años, porque los inicios fueron duros, duros...
Noche. Camioneta. Redneck. Blowjob. Botella de Tru.Blood.
En menos de 3 minutos, el piloto de la nueva serie del creador de la mítica Six Feet Under nos introduce las constantes del nuevo producto de la siempre innovadora cadena de cable estadounidense Home Box Office (HBO).


Bon Temps, un pueblo de mala muerte de un estado sureño de mala muerte, Louisiana, es la localización perfecta para esta historia de vampiros entre humanos. Los nuevos negros del pueblo desprenden a partes iguales desprecio y admiración. Su implacable imán sexual convierte la serie en un alojamiento para escenas eróticas no aptas siquiera para adultos (no, no hablamos de pornografía explícita, sino de un sexo caníbal y animal que podría ofender a Nacho Vidal), pero su innegable naturaleza, que convierte a los humanos en lujoso manjar en comparación con la desagradable aunque saciante sangre sintética, no los ayuda a integrarse en una sociedad practicante del cristianismo más supersticioso y de un racismo aún tremendamente arraigado, que considera a estas criaturas originarias del Diablo (en realidad, lo son).
Aunque esta temática puede ser muy tentadora, no lo es para nada el episodio piloto. Aburrido y desordenado serían dos buenos adjetivos para describirlo. Para empezar, conocemos a la pareja protagonista, los dos personajes que menos aportan a la ficción, como posteriormente la audiencia ha comprobado.
Soockie Stackhouse es una paleta camarera con un reconocido don de la telepatía. Aunque esto puede causar sorpresa (no el hecho de que posea este poder, sino de que todo el pueblo lo sepa), pronto nos damos cuenta de que esta particularidad no nos hace sentir más simpatía por este personaje, que claramente sufre una deficiencia mental, y no de las que transmiten compasión, por mucho que la interprete Anna Paquin (todo el mundo ama a Anna Paquin).


¿En qué piensa Sookie? Absolutamente en nada.

En bar en el que trabaja Soockie recibe la primera visita de un vampiro, del cual ella se enamora instantáneamente. La chica no es la única que siente interés por la nueva criatura, pues parece que la sangre de vampiro tiene un muy buen precio en el mercado negro, como puede leer Soockie en las mentes de una pareja sentada en la mesa de al lado.

Los traficantes consiguen atrapar a Bill, el vampiro, y drenarle la sangre casi por completo, pero Super Soockie está ahí para defenderlo. Sus poderes no son tan útiles en un combate cuerpo a cuerpo, al menos con el cerebro limitado de la bella camarera, y Soockie recibe una paliza que la deja al borde de la muerte en medio de la noche. Para su suerte, su intervención ha interrumpido la extracción total de la sangre de Bill y ha ahuyentado a los criminales.

Soockie no parece caer en la mentalidad global de prácticamente el resto de la sociedad: los vampiros carecen de toda moral y su eterno motivo en la vida es el más depravado hedonismo.
¿La respuesta a tal acusación? Están en lo cierto.





martes, mayo 18, 2010

[Resultados] Tú eliges (I)


Finaliza la primera encuesta propuesta por los redactores de este magnífico blog seriéfilo.


Los resultados no han sido los esperados... el 100% de los redactores, que ha quedado decepcionado notablemente, procede con distintas opiniones y conclusiones ante lo sucedido.


A pesar de la cosa haya ido ajustada, la mayoría de votantes habéis elegido a Jack frente al sabroso y "comestible" plato de lentejas. Tengo miedo... el canibalismo está más presente de lo que creía... ¡Espero no cruzarme con vosotros por la calle! No. Ahora en serio. Preferís un personaje ficticio inalcanzable -y además odiado por muchos- a algo que podéis conseguir fácilmente a través de vuestras madres, abuelas o padres 'cocinitas'. Seamos realistas. Nos ponemos metas surrealistas, la humanidad no avanza, todavía no se da cuenta que desear lo imposible no es sano. La humanidad sigue complicándose la vida, es demasiado exigente, el fin del mundo cada vez está más cerca.

Me parece muy fuerte que Jack ganara frente a un plato de lentejas. Las lentejas tienen hierro. Ahí os muráis todos de anemia.




Como buena aficionada a la política, una servidora tiene que buscar el error en el pueblo. Mi programa electoral era brillante, con todas las de ganar, aún así, las encuestas no han sido favorables. ¿Puede que los votantes demandaran otras reformas? Bueno, yo salgo al balcón, felicito al ganador, pero el lunes en el congreso a dar caña el inepto presidente elegido con, en este caso, mayoría absoluta.

¿Qué Jack ha ganado? Es posible que su personaje sea determinante en la serie, es posible que sus romances no finalizados, ni siquiera oficialmente iniciados, con Kate y Juliet, dieran juego durante muchos capítulos, es posible que su rivalidad con Sawyer haya dado dualidad a la serie, es posible que sea guapo, es posible que sea confiable, pero yo me atengo a la posibilidad de que la progresiva falta de protagonismo, o al menos, de aparición en pantalla, haya reducido vuestro odio hacia él, yo me atengo a la posibilidad de que si la hubiéramos enfrentado con Kate la votación hubiera sido muy distinta (esa mujer sí que es innegablemente odiosa), o me atengo a la posible intolerancia a las legumbres del electorado.

En todo caso, acepto la derrota. Comienza una nueva legislatura. Y, con ella, comienza la oposición.


Exigimos argumentaciones coherentes y convincentes sobre vuestra elección.

miércoles, mayo 12, 2010

WONDERFUL!

Una voz en off muy muy rancia nos explica una historia sobre un dios y una princesa india que nos importa más bien poco. Conocemos a la voz en off y tenemos un dejá vu. Nos recuerda mucho a la protagonista de “Dead like me”: una joven amargada licenciada en Brown y trabajando en una tienda de souvenirs de las cataratas del Niágara. Partidazo.

La viva encarnación del sueño americano

“Te entiendo, tu vida es un asco”.

Aparece la familia en escena. Una panda de snobs adictos a los psiquiatras y sus recetas.

“Te entiendo, tu vida es una mierda”.

Una clienta tocanarices hace que el gerente, mucho más joven que tú, tenga que intervenir.

“Te entiendo, tu vida es horrenda”.

Coges una moneda de una fuente pública, una niña repelente te acusa de ladrona y la mandas a la mierda.

“Te entiendo, esas preadolescentes son unas cerdas y merecen morir”.

Abrazas fríamente a tu hermana y le dices que la quieres con una cara de circunstancia. Acto seguido le dices que no se acostumbre a esas chorradas y que sólo se lo dirás en días importantes, como aniversarios y bodas.

“Te entiendo, y eso que “I love you” no suena tan gayer como “te quiero”.


Los juguetes de tu tienda empiezan a hablarte y cantarte.

“No te entiendo, pero ya te amo”.

En conclusión, personaje principal genial, argumento de la serie, aún por determinar. Pero, ¿a quién le importa eso?